La aprendiz |
La aprendiz (Crónicas del mago negro #2) de Trudi Canavan
Mi valoración: 5 de 5 estrellas
Con La aprendiz (Crónicas del mago negro, #2), continuamos con la historia de Sonea, y vamos aprendiendo más del mundo mágico de este universo y de las intrigas que lo rodean.
Este libro es mejor que el anterior, y las tramas se vuelven más complejas, aunque quizá un poco lentas en algunos puntos. Sonea está ya en el Gremio de los Magos, y va a clases para aprender el oficio. Sin embargo, sus compañeros no la dejan en paz, y no desaprovechan oportunidad para molestarla, estropearle sus cosas, hacerla pasar por ladrona y atacarla. Están guiados principalmente por Regin, un personajillo odioso, de esos que te crispan cada vez que aparecen. Sin embargo, no por nada a Sonea se le desarrolló la magia de manera natural, es muy fuerte y, cuando la atacan, deben hacerlo entre 15 o 20 para lograr vencerla.
Paralelo a los esfuerzo de Sonea por encajar y aprender todo lo que pueda de magia, paralelo a su lucha contra la soledad (cosa que me tocó mucho), tenemos a Dannyl, un personaje con una lucha interna de la que somos partícipes y cómplices. Está muy bien trabajado y resultan entendibles todas sus dudas y cavilaciones. Me gusta que en los libros metan este tipo de tramas, que se pueden extrapolar a la vida real.
Por otro lado, tenemos a Akkarin, el Gran Lord, ese personaje misterioso, hermético y oscuro, que no sabemos si odiar. No obstante, aquí hay algo más que subyace, y podemos augurar que este mago negro tendrá un gran e importante papel en el tercer libro. Hay unos asesinatos misteriosos que están directamente ligados al Gran Lord.
Asimismo, no podemos dejar de lado a Rothen, que sufre tanto como Sonea con todo lo que sucede en el libro. No sé si está siendo muy críptico todo lo que digo, pero no quiero dañarle el libro a nadie.
Me gusta mucho la prosa de Trudi Canavan y el universo que creó, estos son unos muy buenos libros de fantasía épica, con una muy buena estructura y trama, y si los dos primeros son buenos, el tercero hace que la trilogía por sí sola merezca mucho la pena.